NFT (Token No Fungible)

Un NFT es como una ficha digital única que dice que tú eres el dueño de algo especial: una imagen, una canción, un personaje de videojuego o incluso un terreno virtual. A diferencia de las monedas digitales (que todas valen lo mismo), los NFTs son diferentes entre sí, y por eso pueden representar cosas únicas.

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Un NFT (Non-Fungible Token) es un tipo de activo digital único e irrepetible que se emite sobre una blockchain mediante contratos inteligentes. A diferencia de los tokens fungibles (como los ERC-20), que son intercambiables y homogéneos, cada NFT tiene un identificador exclusivo (tokenId) y metadatos específicos que lo diferencian del resto, lo que le permite representar la propiedad y autenticidad de activos digitales o físicos.

Los NFT se construyen sobre estándares de tokenización no fungible, los más comunes son:

• ERC-721: estándar base para NFTs individuales e indivisibles.
• ERC-1155: permite gestionar en un solo contrato tanto tokens fungibles como no fungibles (ideal para videojuegos y colecciones múltiples).

Cada NFT apunta a una serie de metadatos (normalmente en formato JSON), que contienen información como:

• Nombre y descripción del activo.
• Enlace a la imagen, video o archivo (almacenado en IPFS, Arweave o servidor centralizado).
• Atributos únicos (color, rareza, nivel, etc.).
• Historial de propiedad y transferencias.

Los NFTs son usados en numerosos casos de uso:

• Arte digital y coleccionables (ej. imágenes, ilustraciones, fotografía, música).
• Gaming y metaversos (skins, personajes, tierras virtuales).
• Documentación e identidad digital (certificados, entradas, diplomas).
• Propiedad fraccionada de activos reales (inmuebles, objetos físicos).
• Tokenización de propiedad intelectual y licencias de uso.

Una de las características clave del NFT es que su existencia en la blockchain garantiza:

• Escasez verificable.
• Autenticidad demostrable.
• Propiedad transferible sin intermediarios.
• Interoperabilidad entre plataformas y mercados compatibles con los estándares.

Sin embargo, es importante destacar que el NFT no almacena el contenido, sino un puntero a él. Por eso, su valor legal y funcional puede depender de cómo esté estructurado el contrato, el hosting de los metadatos y los derechos vinculados.

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