Smart Contract (Contrato Inteligente)

Un smart contract es como una máquina digital que ejecuta reglas automáticamente. Tú le dices qué tiene que pasar (por ejemplo: “si me pagas, te envío el producto”) y el contrato lo cumple sin que nadie tenga que intervenir. Está en la blockchain, así que no se puede modificar y todos pueden ver cómo funciona.

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Un smart contract (contrato inteligente) es un programa informático autoejecutable desplegado en una blockchain, diseñado para automatizar acuerdos y operaciones entre partes sin necesidad de intermediarios. Su lógica está definida en código y se ejecuta de forma determinista, transparente, inmutable y verificable por todos los nodos de la red, garantizando que se cumpla exactamente lo programado bajo condiciones preestablecidas.

Al residir en la blockchain, el smart contract:

• Se despliega públicamente mediante una transacción.
• Se ejecuta automáticamente cuando se cumplen las condiciones establecidas.
• No puede ser modificado una vez en producción (a menos que tenga lógica de upgrade).
• Gestiona activos digitales, como tokens, NFTs o identidades descentralizadas.

Su arquitectura se basa en lenguajes específicos como Solidity (EVM), Rust (Solana, NEAR) o Move (Aptos, Sui). Se integra mediante funciones públicas (mint(), transfer(), vote(), etc.) que interactúan con usuarios o con otros contratos.

Los contratos inteligentes permiten construir dApps (aplicaciones descentralizadas) como protocolos DeFi, DAOs, marketplaces NFT, sistemas de votación, identidades digitales, tokenización de activos y mucho más. Son el componente central de la Web3, al habilitar confianza programada entre partes que no se conocen, sin depender de bancos, notarios ni servidores centralizados.

Sin embargo, al ser inmutables, los errores en su código pueden tener consecuencias irreversibles, por lo que su desarrollo debe incluir auditoría, pruebas unitarias, control de acceso, gestión de errores y gobernanza segura.

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