En el mundo de la financiación colectiva y la digitalización de activos, los conceptos de crowdfunding y plataformas de tokenización suelen confundirse.
Aunque ambos permiten a inversores acceder a activos de forma fraccionada, existen diferencias fundamentales, especialmente en el marco legal y operativo.
Este artículo explica en qué consisten ambos modelos, sus diferencias clave, y cómo la regulación europea, con figuras como la ERIR, influye en su funcionamiento.
Qué es una plataforma de crowdfunding
Una plataforma de crowdfunding actúa como intermediaria para que promotores (terceros) puedan ofrecer proyectos de inversión a una comunidad de inversores.
Características clave
- El inmueble o activo siempre pertenece a un tercero, nunca a la propia plataforma.
- La plataforma facilita la captación de fondos para proyectos inmobiliarios, empresariales o sociales.
- Requiere una licencia específica para operar, dado que implica la gestión de fondos y la captación pública de inversión bajo estricta regulación financiera.
Qué es una plataforma de tokenización
Una plataforma de tokenización, en cambio, es un sistema para emitir y gestionar tokens digitales que representan activos reales, como inmuebles, deuda o materias primas.
Características clave
- El inmueble o activo puede ser propiedad de la propia plataforma emisora o de un tercero, pero la plataforma tiene un papel activo como titular o emisor.
- Emite security tokens o tokens de seguridad que representan derechos sobre el activo tokenizado.
- Suele ser más sencilla de lanzar que un crowdfunding tradicional porque, en muchos casos, basta con que la plataforma esté regulada para emitir tokens bajo la supervisión de la Entidad Responsable del Registro y la Inscripción (ERIR), sin necesidad de licencia de crowdfunding.
Ejemplo práctico: Inmuebles
Para entender la diferencia, imaginemos dos casos:
- En una plataforma de tokenización, el inmueble tokenizado está en propiedad de la plataforma. Los inversores compran tokens que representan una fracción del inmueble, con derechos regulados y registrados oficialmente.
- En una plataforma de crowdfunding inmobiliario, el inmueble siempre pertenece a un tercero promotor que busca financiación para desarrollarlo o venderlo. La plataforma solo facilita la conexión entre promotor e inversores, sin ser dueña del activo.
Diferencias en regulación y licencias
- Plataformas de crowdfunding requieren licencias específicas para captar fondos de terceros y gestionar inversiones colectivas. Esto implica altos requisitos legales y de supervisión por parte de entidades como la CNMV en España.
- Plataformas de tokenización pueden operar con menos barreras si emiten tokens bajo un marco regulado, como la tokenización supervisada por la ERIR, que garantiza la inscripción y el registro único de valores digitales sin la necesidad de una licencia de crowdfunding.
¿Qué modelo elegir?
La decisión depende del tipo de proyecto y la estrategia de emisión:
- Para proyectos que buscan captar fondos de múltiples inversores a través de terceros, el crowdfunding regulado es la opción adecuada, aunque más compleja de implementar.
- Para empresas o plataformas que desean emitir activos tokenizados propios o administrar activos bajo un marco regulado, la tokenización supervisada por la ERIR ofrece una vía más ágil y eficiente.
Conclusión
Aunque crowdfunding y tokenización comparten el objetivo de democratizar el acceso a activos, sus diferencias son claras en propiedad del activo, regulación y complejidad operativa.
La tokenización, apoyada en la regulación europea y la supervisión de la ERIR, abre nuevas oportunidades para emitir activos digitales de forma segura y eficiente.
Si quieres asesoría sobre cómo implementar cualquiera de estos modelos conforme a la normativa vigente, podemos ayudarte a planificar el mejor camino.